Cables AD7 y AD8 con estándar de impermeabilidad
La importancia de la impermeabilización en sistemas fotovoltaicos expuestos a ambientes hostiles
Los sistemas fotovoltaicos (PV) están diseñados para aprovechar de manera eficiente la energía solar y, a menudo, funcionan en algunas de las condiciones ambientales más difíciles. Desde fuertes lluvias y nieve hasta alta humedad y riesgos de inundaciones, los sistemas fotovoltaicos deben soportar la exposición a elementos que pueden afectar su rendimiento. La impermeabilización desempeña un papel crucial en la protección de estos sistemas, especialmente los cables que conectan los paneles solares a los inversores y otros componentes. Sin una impermeabilización adecuada, la humedad puede infiltrarse en los cables, lo que produce efectos perjudiciales. En el caso de los sistemas fotovoltaicos en áreas propensas a inundaciones, expuestas a fuertes lluvias o regiones con altos niveles de agua subterránea, la impermeabilización se vuelve aún más crítica. Garantizar que los cables cumplan con los estándares de impermeabilidad adecuados (por ejemplo, AD7 o AD8) es clave para mantener la confiabilidad y la seguridad de las instalaciones solares durante su vida útil esperada.
Además de la resistencia básica a los rayos ultravioleta, la alta resistencia al aislamiento, la baja emisión de humo y el rendimiento sin halógenos, SUNKEAN ha lanzado soluciones de conexión de cables a prueba de agua AD7/AD8 para áreas con alta humedad y fuertes lluvias. SUNKEAN no solo utiliza AD7 como el rendimiento estándar de las líneas de productos de cables convencionales, sino que también se esfuerza por mostrar el excelente rendimiento de los cables a prueba de agua AD8 para proyectos más sofisticados.
¿Qué son los estándares de impermeabilidad AD7 y AD8?
Los grados de impermeabilización más reconocidos para cables fotovoltaicos son AD7 y AD8, que definen hasta qué punto se evita la entrada de agua en condiciones adversas. Estos grados forman parte de un sistema estandarizado para clasificar las capacidades de impermeabilidad de cables y componentes en sistemas eléctricos. Estos grados, que tienen su origen en normas internacionales como las directrices de la IEC (Comisión Electrotécnica Internacional), proporcionan un marco para evaluar la durabilidad y la seguridad de los equipos eléctricos en diversas condiciones ambientales.
El establecimiento de estos estándares garantiza la coherencia en las evaluaciones de impermeabilidad y la comunicación entre industrias. Los fabricantes deben probar rigurosamente sus cables para cumplir con los requisitos de estos grados, incluida la simulación de escenarios de inmersión y pruebas de presión. Al adherirse a los estándares AD7 y AD8, los sistemas fotovoltaicos pueden funcionar de manera confiable en entornos difíciles, protegiendo los cables de daños relacionados con el agua y asegurando la producción de energía a largo plazo. Estos grados permiten a los ingenieros e instaladores seleccionar con confianza los cables adecuados para una amplia gama de aplicaciones, ya sea en tejados, campos abiertos o sumergidos en agua.
Diferencias clave entre AD7 (inmersión) y AD8 (inmersión a presión)
Conductor: 1×1,5~400 mm² Color del aislamiento: Color opcional Color de la cubierta: Color opcional
Conductor: 2×1,5~35 mm² Color del aislamiento: color opcional Color de la cubierta: color opcional
Conductor: 1,5~400 mm² Color del aislamiento: color opcional Color de la cubierta: color opcional
Conductor: 2,5~240 mm² Color del aislamiento: negro Color de la cubierta: negro
¿Por qué la impermeabilización es fundamental para los sistemas fotovoltaicos?
Los cables fotovoltaicos se enfrentan a diversos desafíos ambientales, como la lluvia, las inundaciones y la condensación, que pueden poner en peligro su rendimiento. A continuación, se presentan algunos factores ambientales típicos que afectan a los cables fotovoltaicos:
Lluvias intensas y escorrentías de agua Los sistemas fotovoltaicos instalados en regiones con lluvias frecuentes corren el riesgo de sufrir infiltraciones de agua. La exposición prolongada a la lluvia puede provocar que el agua se acumule alrededor de los cables, lo que aumenta el riesgo de que la humedad entre en el aislamiento o los conectores. Sin una impermeabilización adecuada, esto podría provocar cortocircuitos eléctricos y daños a largo plazo.
Inundaciones e inmersión En las regiones propensas a inundaciones, los cables pueden quedar sumergidos durante períodos prolongados. Las aguas de las inundaciones pueden penetrar en cables con un aislamiento deficiente, lo que provoca la corrosión de los materiales conductores y daños en el aislamiento. Esto no solo afecta la eficiencia del cable, sino que también plantea riesgos de seguridad.
Condensación y humedad Incluso en entornos donde los cables no están expuestos directamente al agua, puede formarse condensación debido a fluctuaciones de temperatura o alta humedad. Esta humedad puede acumularse dentro de las uniones o cubiertas de los cables, lo que provoca una degradación gradual del aislamiento y crea una vía para fallas eléctricas.
Derretimiento de nieve y hielo En climas más fríos, la nieve y el hielo acumulados en los paneles solares se derriten con el tiempo, lo que genera escorrentía. Esta escorrentía puede acumularse alrededor de conectores y cables, especialmente en sistemas montados en el suelo, lo que aumenta el riesgo de infiltración de agua.
Aguas subterráneas y humedad del suelo En el caso de los sistemas fotovoltaicos con cables subterráneos, la exposición a niveles elevados de aguas subterráneas o a una humedad persistente del suelo supone un desafío constante. Con el tiempo, el agua puede infiltrarse en cables que no están adecuadamente impermeabilizados, lo que provoca fallos en el aislamiento y una reducción de la vida útil de los cables.
Fenómenos meteorológicos extremos Las tormentas, huracanes o tifones pueden provocar una exposición repentina y grave al agua, como inundaciones prolongadas o fuertes chorros de agua. Los cables que no cuentan con una impermeabilización sólida pueden fallar en condiciones tan extremas, lo que pone en peligro todo el sistema fotovoltaico.
Consecuencias de una impermeabilización insuficiente (por ejemplo, degradación de los cables, cortocircuitos, fallos del sistema)
Degradación de los cables La humedad que entra en los cables puede corroer los conductores metálicos, lo que reduce su capacidad para transmitir energía de manera eficaz. También degrada el rendimiento del material de aislamiento, lo que provoca grietas o debilitamiento de las propiedades protectoras. Esto hace que los cables sean más susceptibles al estrés ambiental y a una mayor exposición al agua. La exposición prolongada a condiciones de humedad acelera el desgaste, lo que acorta la vida útil general del cable y aumenta la necesidad de reemplazos frecuentes.
Cortocircuitos eléctricos Cuando el agua se infiltra en cables mal aislados, crea rutas de corriente no deseadas, lo que provoca cortocircuitos. Los cortocircuitos interrumpen el flujo de energía, lo que provoca tiempos de inactividad del sistema y una reducción de la producción de energía. En casos extremos, los cortocircuitos pueden dañar otros componentes, como inversores o cajas de conexiones, lo que genera costosas reparaciones.
Riesgos de seguridad El agua es conductora, por lo que cualquier cable dañado puede suponer un riesgo de electrocución para los trabajadores de mantenimiento y el personal cercano. La infiltración continua de agua puede provocar un sobrecalentamiento o un arco eléctrico, que podría encender los materiales circundantes y provocar un incendio.
Aplicaciones prácticas de AD7 y AD8 en sistemas fotovoltaicos
Los cables con clasificación AD7 son ideales para la mayoría de los sistemas fotovoltaicos residenciales en azoteas. Estos sistemas están expuestos a condiciones climáticas típicas, como lluvia, nieve derretida y salpicaduras ocasionales, pero rara vez experimentan una inmersión prolongada o intensa.
Parques solares a gran escala Los cables con clasificación AD7 y AD8 son adecuados para parques solares de gran tamaño, según las condiciones ambientales específicas del lugar de instalación. Para parques solares ubicados en áreas con lluvias moderadas y suelos con buen drenaje, los cables AD7 son suficientes para soportar la exposición típica a la lluvia y las inundaciones ocasionales. Estas instalaciones a menudo incorporan medidas de diseño de protección, como cables y conductos elevados, para evitar la inmersión prolongada. Sin embargo, en áreas con altos niveles de agua subterránea, inundaciones frecuentes o riesgo de inmersión durante fenómenos meteorológicos extremos, los cables con clasificación AD8 son esenciales para garantizar un rendimiento confiable, incluso bajo exposición prolongada al agua o presión.
Proyectos solares flotantes en zonas propensas a inundaciones Para las instalaciones solares flotantes en regiones propensas a inundaciones, los cables con clasificación AD8 son imprescindibles. Los parques solares flotantes, que suelen instalarse en masas de agua como lagos o embalses, requieren cables que puedan soportar una inmersión prolongada bajo presión. De manera similar, las instalaciones solares en zonas propensas a inundaciones deben soportar una inmersión prolongada en agua. Los cables AD8 garantizan que los sistemas flotantes y propensos a inundaciones puedan funcionar de manera segura y eficiente, incluso en condiciones extremas, al tiempo que minimizan el riesgo de daños relacionados con el agua.
Además de los cables impermeables AD, SUNKEAN también ofrece cables flotantes con certificación TÜV 2PfG 2750 y TÜV 2PfG 2962, especialmente diseñados para centrales eléctricas flotantes, como las centrales eléctricas de superficie flotantes cercanas a la costa. Pueden cumplir con los altos requisitos de varios escenarios de aplicaciones flotantes y son perfectamente compatibles con los conectores convencionales. Estamos dispuestos a responder preguntas relacionadas: ventas@sunkean.com